EN LA DEFENSA D'UNA SANITAT PÚBLICA SOCIALMENT EFICIENT

dijous, 20 d’octubre del 2016

Les Unitats de Gestió Clínica a debat

 Avantatges?: 1-Por el mismo precio hay que hacer el trabajo habitual y además participar en la gestión (planificación, control de procesos y costes, recogida y análisis de la información, evaluación, planes de mejora, atender las reclamaciones, gestión de personal, reuniones, papeles, discusiones sobre el reparto de la productividad. ¡Pero al menos no hay jefes!
2- ¿Cómo se puede ahorrar para repartir dividendos en un sistema deficitario por definición como es el sanitario? Introducir retribuciones por ahorro en costes puede ser perverso con fácil deslizamiento hacia “la ingeniería del dato” (falsear datos de los resultados en beneficio propio más o menos ingeniosamente), ahorro en pruebas diagnósticas o derivaciones o intervenciones que sí harían falta, incluso en personal...
3-El equipamiento en medicamentos, recursos materiales y especialmente en aparataje es muy costoso..... Sin embargo, el recurso tentador a las alianzas externas con el capital privado y con las empresas del sector mediante convenios de investigación y ensayos clínicos, no debería generalizarse como solución y en todo caso, debería ser muy cuidadoso y transparente ya que existe el peligro de caer en conflictos de intereses públicos-privados poco éticos.
4-La política de personal es regresiva para el personal funcionario-estatutario. No olvidemos que sigue vigente la Ley 10/2013 disposición adicional 5ª, donde establece que el personal de las UGC estará regulado por el régimen laboral de las empresas privadas.
Veure l'article complert a:
http://www.adspsalamanca.org/74-sanidad-en-la-cronica/1019-intentando-entender-las-unidades-de-gestion-clinica

dimecres, 12 d’octubre del 2016

Les consequències de l'austeritat sobre la Salut i els dubtes sobre el model organitzatiu en la crisis de l'Assistència Primària a Espanya. Luis Palomo FADSP

La atención primaria española debe superar dos crisis para reforzar su posición en la sociedad. De su fortaleza depende que mejoremos nuestros indicadores de salud, que la población esté satisfecha, que se reduzcan las inequidades y que los servicios nos cuesten menos. Una crisis descansa en las dudas sobre la eficiencia o la ineficiencia del modelo organizativo y en el desencanto profesional; la otra en las nefastas consecuencias de las políticas de austeridad y sobre la salud de la población. ....  Es sabido que por cada 80 euros por habitante y año recortados se incrementa la mortalidad general casi un 1% .... Las personas que por motivos económicos no retiran de la farmacia medicamentos prescritos son un 14,76% ....
 http://www.bez.es/418884182/Las-dos-crisis-de-la-atencion-primaria.html?utm_source=boletin&utm_medium=mail&utm_campaign=boletin&origin=newsletter&id=20&tipo=3&identificador=418884182&id_boletin=318944272&cod_suscriptor=523973529
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dimarts, 11 d’octubre del 2016

La dificil sostenibilitat de la despesa, la major eficiència amb el traspas de l'atenció sanitaria al sector privat i la bondat de reduïr les funcions de l'estat al mínim, 3 postulats falsos que condueixen a la pèrdua en Salut

Que podem fer? http://www.mientrastanto.org/boletin-150/ensayo/problemas-y-amenazas-para-la-sanidad-publica
Existen alternativas para hacer frente a la crisis y a su repercusión sobre la situación de salud y para reorientar la estrategia de la Globalización hacia la solución de los problemas y necesidades de la población mundial, para ello es necesario avanzar en la alternativa de las tres S:
- Solidaridad por encima del mercado. Solidaridad nacional e internacional
- Modelo Sostenible, con austeridad, protección de la naturaleza, pleno empleo con control del crecimiento y búsqueda de un desarrollo sostenible sin esquilmar el planeta.
- Soberanía popular. Democracia participativa a todos los niveles. Soberanía y legalidad internacional.
Para conseguirlo debemos de avanzar en otra estrategia que se base en:
- Potenciar los servicios públicos de salud como promotores y garantes de la salud de la población y como motor de la economía (generando empleo y disminuyendo los niveles de pobreza y marginación).
- Regular las relaciones comerciales internacionales para acabar con los intercambios desiguales.
- Controlar las actividades de las empresas multinacionales para evitar la depredación de los recursos y el desmantelamiento de los servicios públicos.
- Cambiar los sistemas de producción para que no deterioren el medio ambiente y eviten la catástrofe del cambio climático.
- Políticas de producción y comercialización de alimentos sostenibles que eviten la destrucción de las economías tradicionales, la extensión del hambre y la pobreza y la dependencia de la mayoría de los países del mundo de unas pocas corporaciones multinacionales.
- Potenciar el papel de los sistemas de salud pública como promotores de salud, barrera preventiva contra la difusión de epidemias en un mundo cada vez más interconectado y creadores de riqueza y empleo
En esta línea hay que promover instrumentos que faciliten la información sobre la situación de salud y los riesgos que la amenazan y la participación social en los sistemas sanitarios como fórmula para estimular la responsabilización de la población con su salud y con el mantenimiento y mejora de los sistemas necesarios para garantizarla, y crear alianzas en torno a cuatro objetivos fundamentales:
1º- Reorientar la globalización neoliberal que defiende los intereses de unos pocos poderosos hacia las necesidades de toda la población y un medio ambiente sostenible.
2º- Mantener los servicios públicos de gestión y provisión públicas como garantes de derechos sociales y creadores de riqueza social.
3º- Potenciar y mejorar el papel de los servicios de salud públicos como promotores de salud y barreras contra la difusión de enfermedades y epidemias.
4º- Crear y reforzar instrumentos de solidaridad que garanticen la salud de toda la población a nivel mundial.
Estas Alianzas deberían realizarse a nivel local, regional o global y no sólo, sino también a nivel sanitario. Para ello es fundamental la unidad de acción y se precisa la actuación de los organismos internacionales, los gobiernos, administraciones públicas, los profesionales de la salud y del conjunto de la población promoviendo actuaciones que favorezcan y consoliden el derecho a la salud para todos como un derecho humano fundamental y a que se potencien los servicios públicos de salud como la alternativa más eficaz y eficiente para conseguirlo. Hay experiencias a nivel internacional que evidencian que se pueden conseguir avances muy relevantes a pesar de un contexto general muy complicado.
En nuestro país habría que centrarse en 6 aspectos fundamentales:
  1. Garantizar una financiación suficiente del sistema sanitario público, poniendo fin a los recortes e incrementando los presupuestos de la Sanidad Pública. Complementariamente habría que articular un modelo de financiación finalista para acabar o cuando menos disminuir significativamente las desigualdades en los presupuestos per capita de las CCAA.
  2. Asegurar la utilización intensiva de los recursos del sistema sanitario público para lo que es preciso la recuperación del empleo de la Sanidad Pública, que precisa la consecución del punto anterior.
  3. Garantizar la accesibilidad de toda la población a las prestaciones necesarias, asegurando la cobertura universal de todas las personas y eliminando las barreras económicas para el acceso (copagos) lo que se lograría derogando el RDL 16/2012.
  4. Finalizar las privatizaciones y recuperar los centros privatizados. Lo primero es posible de manera inmediata para romper el actual círculo vicioso de desinversión pública y fomento del sector privado. Lo segundo es más complejo y debe realizarse analizando cada caso concreto y utilizando múltiples actuaciones (no renovación de las concesiones, compras de empresas en quiebra, penalización de los incumplimientos, etc.).
  5.  Control de la sobreutilización tecnológica, incluyendo los productos farmacéuticos. Es fundamental la estricta vigilancia sobre precios, actuaciones monopolísticas e influencia de las empresas sobre el sistema, sus prescriptores, la población y los enfermos. Hay que garantizar el acceso de la ciudadanía a la tecnología necesaria a costes asequibles, previniendo los problemas derivados de su utilización inapropiada y fomentando la medicina y la política sanitaria basadas en la evidencia.
  6. Desarrollar mecanismos de participación social y profesional que posibiliten que profesionales y ciudadanía tengan un compromiso activo con el buen funcionamiento de la Sanidad Pública y puedan ejercer un control efectivo sobre la misma.
Una última reflexión tiene que ver con la necesidad de encontrar sistemas de consensos unitarios que permitan articular acciones comunes a quienes nos enfrentamos a las estrategias de la globalización neoliberal. Hay que ser capaces de separar lo que es fundamental de lo que es accesorio, pues solo así conseguiremos que los intereses del 99% de la población prevalezcan sobre la rapacidad de las multinacionales. La experiencia en España demuestra que es posible conseguirlo.
 
[Marciano Sánchez Bayle y Sergio Fernández Ruiz son miembros de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública]